Videojuegos Retro, de la nostalgia a los clásicos

Para muchos de nosotros, la simple imagen de un Spectrum, Master System o Snes nos hace volar al pasado y recordar tiempos más felices o como mínimo, mucho más llevaderos.

La nostalgia siempre ejerce su glorioso poder y convierte un Navy Moves, Buggy Boy o Coliseum en atemporales obras de arte. Pero… ¿tienen los juegos retro la suficiente calidad para satisfacer a un público que no los haya disfrutado en su tiempo? Si no es así, ¿cuál es su futuro?

Respecto a la primera pregunta, por mucho que me duela decirlo y pensando siempre en un mercado generalista, del cual nosotros somos sólo una parte, la respuesta es no. Pero un momento, antes de que empecéis a fabricar vuestras propias bombas caseras y a solicitar vía email la dirección de mi humilde morada para enviarme un “regalito”, dejad que me explique:

Dejando a un lado el poder de la nostalgia, es verdad que existen cientos de videojuegos retro que marcan la diferencia, ya fuese por innovar en su día con una nueva mecánica o por lograr evolucionar un género o idea hasta el súmmum de la perfección. Son esos juegos adictivos 100%, atemporales en esencia y en su mayoría, perfectamente jugables hoy en día por cualquier persona. No dudo en ningún momento de la sobrada calidad de cientos de juegos retro, pero el problema es otro…




Salvo contadísimas excepciones y siempre excluyendo el poder de la nostalgia, todas esas joyas que nunca nos cansamos de vanagloriar, han sido superadas posteriormente por secuelas u otras obras basadas en las mismas o en su género. Haced la prueba, dadle a un chaval de diez años un Mario Bros, un Doom y un Out Run originales… Les gustarán y disfrutarán con ellos, pero al rato os dirán que prefieren jugar a sus New Super Mario Bros, Modern Warfare y Gran Turismo’s.

Es ley de vida. Pura lógica basada en la evolución de un mercado digital. Evidentemente, este hecho no merma en aspecto alguno la gran calidad de unos videojuegos, los cuales con unos recursos a día de hoy irrisorios, conseguían proporcionarnos exactamente las mismas sensaciones que los juegos actuales transmiten hoy en día a los más jóvenes. Pero sí que nos conduce a otra pregunta:

¿Desaparecerán entonces en un futuro los videojuegos retro de la memoria colectiva?


En un principio, la respuesta puede parecer afirmativa. Si los videojuegos retro son principalmente apreciados por jugadores que los han disfrutado en su tiempo, con los años es lógico pensar que el interés sobre los mismos no tenderá a crecer, más bien a decrecer, de la misma forma que haremos nosotros. Triste, pero real como la vida misma.

Afortunadamente, aplicando la lógica correctamente, la respuesta es negativa. Mientras existan los videojuegos, los juegos retro no desaparecerán nunca de la memoria colectiva, pero sí que cambiará notablemente la percepción y clasificación de los mismos, ampliando su base en más generaciones y realizándose una criba de “grandes juegos” a “verdaderamente grandes juegos”.

Los pasos para llegar a la conclusión anterior son muy sencillos: Cuando pensamos en videojuegos retro, a la cabeza se nos viene inmediatamente juegos de nuestra niñez. En mi caso, ordenadores y consolas de 8 y 16 bits, esas serán las generaciones “retro” por excelencia para los de mi quinta el resto de su vida, pero… ¿cuáles son las generaciones retro para alguien de 15 o 50 años? Para los primeros las consolas de 32, 64 o incluso 128 bits y para los segundos las primeras recreativas arcade o el mítico Pong. En consecuencia, podemos determinar que el concepto de los videojuegos va cambiando con los años.

Este cambio de percepción, no es nada nuevo o algo que este por llegar, es algo que ha sucedido desde hace muchos años y de lo que sencillamente, no prestamos atención ya que nuestro punto de vista es eso, muy “nuestro”. Cuando hace ya muchos años, intentaba convencer a mi padre de las bondades de la Snes (las cuales él no negaba), me respondía con que lo que a él le gustaba jugar, eran juegos como el Centipede, Asteroids o el Tank, los juegos de su época y con un Joystick por supuesto, nada de pads u otros inventos del diablo… Ahora que tenemos acceso a todos los juegos del pasado, en pleno 2012, el sigue disfrutando con sus juegos de finales de los70’ e inicios de los80’, desestimando “novedades” de los 16 bits. Su concepto de “retro” es muy diferente al mío y algo muy significativo: De todas sus “joyas”, yo solo conozco la mitad… aquellos juegos que realmente destacaron y superaron la barrera del tiempo.

Como veis, este cambio de percepción es continuo, pasó, está pasando y seguirá pasando. Lo importante y a la vez preocupante para nuestro utópico y particular mundo retro, es que viene acompañado de una criba tan cuantiosa como “mortal” para nuestros viejos e idolatrados videojuegos retros. Todo el mundo conoce el Pacman, Zelda o Street Fighter, pero quién se acordará de cientos o miles de videojuegos que aún siendo grandes juegos, no superarán la barrera del tiempo. ¿Acaso yo conozco todos los grandes juegos de la Atari 2600? No, un servidor empezó por el Spectrum y de la veterana 2600 sólo conozco los más populares…

Hasta aquí, hemos visto como los videojuegos retro se irán generalizando y en el recuerdo colectivo, sólo quedarán los más representativos de cada generación. Este futuro para algunos puede ser totalmente desolador y para otros, mejor del que esperaban. En mi caso, tengo la esperanza o mejor dicho, la certeza, de que el futuro de los videojuegos retro aún siendo diferente al panorama actual, será mucho mejor de lo que esperamos.

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